No hay palabras para describir lo que se vivió en el reducido espacio que conformaban la mesa y los dos finalistas del II Open de Tenis de Mesa de la Peña Recreativista de San Silvestre.
Los que no lo vivieron en directo probablemente se perdieron uno de los momentos más emocionantes y bellos de la historia deportiva local. Un partido jugado en una atmósfera perfecta. El respetuoso silencio del público sólo se rompía con los aplausos que los héroes de la mesa arrancaban con sus magníficas jugadas. Aplausos que obligaron en un par de ocasiones a los jugadores a esperar para el saque.
A la final llegaron los mejores. Sólo Guillermo parecía capaz de desbancar a Adrián en la semifinal que les enfrentó. Pero las dudas las disipó el de Huelva con un juego que no dejó ninguna posibilidad al que poco antes había eliminado a la máquina Teutona, Frid, una de las decepciones del torneo.
Esta semifinal hizo pensar a los espectadores que el torneo casi tenía dueño. La precisión de los remates de Adrián no tenían defensa posible. Rapaz se enfrentaba al rival más duro que podía recordar. De hecho, el onubense se hizo con el primer set, y llegó a estar con dos puntos de partido y campeonato en el segundo. Apareció la capacidad de concentración de Rapaz, que salvó los muebles cuando el desenlace parecía cerca. Todos los espectadores se alegraron de que Rapaz empatase, era un regalo seguir viendo tenis de mesa de esa calidad.
El tercer set llegó y tras una serie de intercambios y peloteos excepcionales, Adrián se fue despegando poco a poco de Rapaz. En el recuerdo de todos los que estábamos en la sala queda el ambiente tenso que se vivía, el sonido de la pelota en medio de un silencio sepulcral, la cara de concentración de los finalistas. Adrián de nuevo llegó a tener tres puntos de partido (17-20) que Rapaz, haciendo gala de su proverbial concentración, remontó. Una, dos, tres y hasta cuatro ventajas más para Adrián fueron levantadas por el Sansilvestrero. Un minuto estaba KO y el siguiente resucitaba. Adrián, incapaz de matar el partido, cedió un punto de partido y lo recuperó, pero cedió un segundo, y la cabeza fría de Rapaz hizo el resto.
EL INCOMBUSTIBLE RAPAZ SE HIZO CON LA VICTORIA POR SEGUNDO AÑO CONSECUTIVO.
Pero el que realmente salió victorioso fue el público y el deporte de nuestra localidad. Inolvidable. Gracias Chicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario